Detienen a Juan Grabois por “tomar” un instituto menemista que ni él sabe para qué sirve
- La Pocilga Online

- Jun 7
- 2 min read
Los fantasmas del kirchnerismo gritan “persecución política”… pero la imagen fue más delirante que épica.

Hoy Juan Grabois protagonizó su último acto de teatro político: intentó "tomar" el Instituto Juan Domingo Perón —un edificio de cuestionable utilidad y peor fama— y terminó detenido. No por saqueo, no por violencia… sino por intentar invocar una “ocupación simbólica” en un lugar que nadie recuerda bien para qué existe. Sí, el tipo arriesgó su libertad por un edificio sin propósito.
No tardaron en salir los buzos kirchneristas con su declaración de “persecución política”. Al parecer, el mensaje oficial no cambió: todo aquel que dialogue, incomode, o simplemente hable desde otro lugar ya está en listas de proscripto. Pero entre que los pasacalles rezan “Defender Perón” y los vecinos preguntan “¿este lugar sigue activo?”, la escena rozó más al sainete que al drama institucional.
¿Instituto o club de Olavarría?
El emblemático Instituto Juan Domingo Perón —el mismo que tuvo dirigentes desafinados, ciclos de subsistencia y eventos que convocaban 12 gatos y un meme— hoy parece un cascarón vacío. Nadie sabe quién lo administra, qué hace, ni para qué sirve. Pero Grabois decidió salvarlo por sus ideas… y un fin de la militancia de salón.
No era una protesta, no era un reclamo social: fue un acto performático, bien armado para generar viralidad. Y vaya si lo logró: cámaras, tuits, detención… y el clásico convoy de “¡se la agarraron con el pobre muchacho!” en redes.
Desde La Pocilga Online…
…no podemos menos que aplaudir la coherencia. Grabois exige ocupar edificios de relato vacío, mientras su círculo político se ofende porque el Estado decidió actuar cuando hablaron las piernas. La peronofobia le encontró un nuevo villano, y su respuesta fue una ocupación tan útil como un prospecto de laboratorio vencido.
Conclusión: si querés aparecer en una nota espectacular, no mandes tu CV, mandá un video con vos intentando tomar un edificio fantasma. Y cuando venga la policía, hacé la de vos “lo tomé con buena intención política”.
¿Será Grabois perseguido o simplemente víctima de su propia payasada?



